Una de mis mejores tomas en mi última visita a Lisboa hace visible la gran influencia que ha tenido Cartier-Bresson en todos los trabajos que realizo. Estoy lejos de querer comparar mi trabajo con el mas grande de la fotografía y veces me paro a reflexionar que es lo que hace tan atractivo este tipo de composición y estos «momentos decisivos».

Una bajada de escalera un poco desordenada por el estrechamiento de una calle, que no sabes si sube o si baja hasta que lees el cartel con su nombre. Una señora que pasaba en el momento perfecto para proyectar ese movimiento de escape a la derecha.
Elegir una sola foto de un portfolio siempre es difícil pero si tengo que quedarme con una de «Sempre Lisboa» sería esta, no cabe duda.