Justo debajo de la Torre Eifflel, en pleno «Champ de Mars» puedes vivir una de tus mejores tardes o noches a los pies de uno de los monumentos más bonitos y emblemáticos que haya visto nunca.
Pero no todo es idílico, esto no es una película de serie B para dormir plácidamente. Estamos en París, en la vida real. Y la realidad que esconde este lugar es que está llena de vendedores ambulantes de alcohol, de vagabundos y timadores callejeros.
En la siguiente toma muestro a uno de los pobres vagabundos que se encontraban por el lugar con una barriga que estaba a punto de explotar, al igual que una sociedad nerviosa por el terrorismo y con un racismo y clasismo tan arraigado como en París.

Realmente lo pasamos genial y la zona de «Champ de Mars» es una de las más bonitas de la ciudad. Pero a veces, si fuerzas el ojo para salir de la burbuja del romanticismo y la felicidad, puedes observar parte de la decadencia Parisina de la que tan poco se habla.